Muchas veces cuando el usuario llega a punto de madurez, éste suele personalizar su distribución hasta el punto de llegar a cambiar el gestor de archivos o el gestor de ventanas. Dentro de éste último campo, la variedad es enorme y aunque muchos han dejado de desarrollarse, la mayoría aún nos sirven para su uso diario sin llegar a fastidiar el sistema. Uno de los más famosos gestores de ventanas se llama Fluxbox.
A pesar de un nombre raro, Fluxbox es uno de los gestores de ventanas más livianos que existen, su consumo es muy pequeño y su configuración muy alta. Lo malo de Fluxbox, para mi opinión es que no es un escritorio como lo puede ser Lxde, Xfce o KDE. Sin embargo esto no es impedimento para que Fluxbox pase a formar parte de nuestro sistema operativo.
El consumo de Fluxbox es realmente pequeño, llegando en algunos casos a llegar a los 22 mb, pero su consumo normal está sobre los 12 mb. Teniendo en cuenta la potencia y memoria ram de muchos equipos, Fluxbox es un gestor de ventanas muy ligero. Al igual que muchos gestores de ventanas, Fluxbox se configura mediante los archivos de texto plano que encontramos en una carpeta especial llamada .Fluxbox.
Fluxbox está en la mayor parte de los repositorios de casi todas las distribuciones, aún así, en la web oficial de Fluxbox encontramos la última versión la versión 1.3.7, una versión muy recomendable ya que advierten que tienen cero bugs o cero errores.
La nueva versión de Fluxbox contiene cero bugs
Una vez que hemos instalado Fluxbox, nos aparecerá una pantalla en negro, si pulsamos con el ratón veremos como nos aparecer un menú, configurable con todos los programas que tenemos en el sistema operativo.
Si queremos personalizarlo un poco más lo recomendable es usar una barra o panel como Lxpanel o tint2, un panel muy ligero que funciona muy bien con Fluxbox. Si no tenemos gestor de archivos, es un buen momento para instalarlo, si por el contrario ya lo tenemos, seguramente el wallpaper estará funcionando y también los iconos. Si aún así no lo hace, podemos decantarnos por programas que cumplan estas funciones. Muchos de vosotros pensaréis que esto aumentará la carga de Fluxbox, sin embargo es falso ya que son programas muy livianos y aún cargándose con Fluxbox, su peso no llega a los 32 mb de ram, algo que seguramente muchos se podrán permitir.
Si realmente estáis buscando dar un aspecto nuevo a vuestro sistema operativo y aprender, Fluxbox puede ser vuestra herramienta ideal, sin embargo hay que estar preparado ya que su curva de aprendizaje no es tan fácil como la de Unity de Ubuntu o la de Xfce, se requiere de cierta información para aprender a usarlo. Esta información se puede encontrar en muchos sitios, pero desde luego el primer lugar al que consultar sería la web de Fluxbox con su documentación.
Ahora os toca a vosotros probar este gestor de ventanas y decirnos que tal os ha parecido la experiencia.
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